
Los moquitos de otoño
En Natural Babies queremos orientarte sobre cómo la temporada que se aproxima tiene un impacto en el bienestar y la salud de los pequeñines. Nuestros niños, que aunque tienen la dicha de vivir en un país tropical lleno de experiencias al aire libre, podrían comenzar a experimentar algunas enfermedades respiratorias asociadas a la llegada del otoño, cuando comienzan a asomarse los famosos “moquitos”.

Desde el comienzo de septiembre hasta el mes de noviembre, ocurre un cambio notable en nuestro clima que afecta la salud de muchos cuando las temperaturas disminuyen y, a su vez, aumenta la humedad del ambiente y la concentración de contaminantes en él. Esta combinación crea el escenario perfecto para que bacterias y virus generen enfermedades que afectan las vías respiratorias. Entre las enfermedades más comunes se encuentran: catarro, asma, bronquitis y diferentes tipos de alergias. Otro aspecto que debemos considerar, son los eventos atmosféricos que ocurren de imprevisto y afectan también la calidad del aire. El polvo, el polen de los árboles caídos y los gases en el ambiente complican un poco más la situación.
Por nuestra parte en el centro de cuido, incrementamos las medidas de salubridad en nuestras facilidades para continuar proveyendo un espacio natural, limpio, saludable e higiénico para todos.
Durante esta época, debemos prestar especial atención a la salud de los más chicos y monitorear, con mayor frecuencia, síntomas como: tos, congestión nasal, cansancio extremo y respiración anormal. Por nuestra parte en el centro de cuido, incrementamos las medidas de salubridad en nuestras facilidades para continuar proveyendo un espacio natural, limpio, saludable e higiénico para todos.

Las enfermedades respiratorias, aunque comunes, se pueden prevenir. Para ello, se debe actuar con antelación a la temporada y en conjunto con el pediatra del niño o niña. Un estilo de vida saludable, con una alimentación llena de vitaminas y nutrientes que fortalezcan el sistema inmunológico, un suplemento prescrito, abrigarse al estar al aire libre y evitar conglomeraciones, son algunas de las piezas claves para evitar los contagios.
Invitamos a las familias a implementar en su rutina diaria todas las medidas que crean necesarias para colaborar con la prevención. A su vez, atender cualquier síntoma con prontitud para evitar contagios o infecciones severas que puedan afectar a otros miembros de su familia. Recuerden siempre que los cuidadores, nanas y maestras forman parte de su equipo de apoyo y es importante mantener comunicación abierta con relación a síntomas o sospechas de enfermedades. Esto ayuda a mantener a todas las personas del círculo del bebé alerta a beneficio del menor para que se mantenga saludable, bajo el mejor de los cuidados y que pueda continuar aprendiendo y disfrutando del día a día.